El ring del despertador le devolvió bruscamente a la vigilia. George se incorporó momentáneamente aturdido. Otra vez ese enigmático sueño, y sin embargo dulce, muy dulce... un dulce sueño que la castradora realidad le había arrebatado. Volvía a ser -¡Oh, cielos!- George Bush, con todas las limitaciones que ello implicaba...
martes, 10 de junio de 2008
Cambio de mando
El ring del despertador le devolvió bruscamente a la vigilia. George se incorporó momentáneamente aturdido. Otra vez ese enigmático sueño, y sin embargo dulce, muy dulce... un dulce sueño que la castradora realidad le había arrebatado. Volvía a ser -¡Oh, cielos!- George Bush, con todas las limitaciones que ello implicaba...
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