viernes, 29 de diciembre de 2006

Los trikinis del verano




Las fotos de arriba y de la izquierda nos muestran algunos modelos de "trikini", prenda de baño que todavía no he tenido ocación de observar en vivo y en directo. Será motivo para visitar alguna playa de nuestro litoral en este verano, aunque normalmente las odie por sus aglomeraciones y por el efecto aplanante del sol, que me deja más mongo que de costumbre.

Espero que más de una femina se anime a ceñirse su trikini, para felicidad de tanto sapazo que, mientras lee el periódico, se dedica a mirar las redondeces y desnudeces del prójimo. Seré un mirón más en la playa.

Hacia Eisha o hacia Agua Dulce, no importa, con tal de encontrar algún trikini. Pues es la playa un lugar de descubrimientos. Ya lo dice el poema de Adolfo Chuiman:

"...Los barcos zarpan húmedos al alba en esta casa de playa
como aquella noche en que aguardamos al paso del cometa
los ojos de niños tras el lente en un abril benigno
cuando el verano ya había sido sepultado..."

(y yo aguardaba un trinini, agregaría).

Reflexiones sobre una base circular


- Tengo 50 años -decía Sócrates, mientras observaba el panorama de la ciudad a través de una ventana-. Yo viví las décadas prodigiosas de los 60’s y 70’s. Me volví un chiquillo rebelde; escuchaba a Janis Joplin, a Hendrix, a los Beatles, a los Doors...tenían un mensaje contestatario, ellos sí eran auténticos, no las bandas que salieron después, que se vendieron a las transnacionales -dio un giro completo sobre su sillón, gracias a su base giratoria-.

- Abracé los postulados del hippismo, formé parte del movimiento ‘beat’. Me tatué al "Che" en un antebrazo. Leía a Marx, a Sartre...sigo convencido de estas ideas, aunque hayan sido mal utilizadas. Nunca aprendí nada en la escuela, todo lo aprendí en las calles, en los conciertos, en los libros prohibidos... -dio otro giro sobre sí mismo, pero esta vez rodó por el suelo. Sin saber porqué, se puso a llorar y chilló:

- Entonces, ¿¡¡¡¡¡ por qué me habré convertido en un yuppie decadente capitalista !!!!!?

Chinos dan muerte al DVD



Los chinos se pusieron las pilas. Son como mil millones de hormiguitas con los ojitos rasgados, incansables y productivas. Ahora quieren acabar con el DVD, y han creado el EVD (Disco Versátil Mejorado) : dicen que esta nueva tecnología tiene 5 veces más calidad de imagen que el DVD, tiene mayor capacidad de almacenaje y pronto será más barato. Atención "Polvos Azules", este nuevo formato no podrá ser pirateado.

El año de defunción del DVD (al ladito del Betamax y el VHS, en el mismo panteón) sería el 2008. Y los chinos pueden hacerlo.

martes, 26 de diciembre de 2006

¿Adónde se fue tanto coco comido...?




Aqui estoy, instalado frente a la nueva consola de videojuegos -prestadita nomás- disparando torpemente a cualquier parte, en un escenario demasiado complejo de entender, tan feo como real.

Son los nuevos juegos. Pero yo me pregunto: ¿Adónde se fue el Phoenix? ¿Adónde fueron a parar tantas naves monócromas destrozadas por mi diestra puntería? ¿Y qué fue del Pacman? ¿En qué se convirtieron tantos cocos comidos y nunca defecados? ¿Y Mario Bros, con su andar optimista por caminos peligrosos y pixelados? Parece que ya no volverán.

Claro, existen los emuladores, pero jugando los viejos juegos en un emulador, sentí que mis viejos amigos eran solo impostores, o peor aun, meros espectros que se empecinaran en jugar bajo nuevos colores, con velocidades y reglas que ya no eran capaces de entender. Porque su tiempo ya pasó, así de fácil. Por eso eliminé para siempre aquel emulador de mi computador (y porque ademas habia metido un virus que jodía mas de lo esperado).

No, ya no volverán; los gigabitios, los dobles núcleos y el odioso Bill Gates los han vencido para siempre.

Bailar salsa, gracia lejana




Bailar salsa, eso que saben hacer muchos peruanos. Yo no. Ritmo, cadencia, coordinación, picardía, conceptos ajenos a mi entendimiento, al menos el corporal. Una gracia lejana para mis torpes zarandeos. Creo que por eso me hice roquero; es que mi baile caótico, casi dawn, de monigote oxidado, solo podia encontrar espacio en ese ritmo musical.

Nunca pensé ingresar a un instituto de baile por temor a reprobar el curso. Pero esa chica no lo sabía; esa morena cunda, de abajo el puente, que me sacó a bailar aquella noche en el salsódromo, no lo sabía. Ahora ya lo sabe y nunca más se me acercará. Yo por mi parte no pienso volver a pisar ningún salsódromo.

viernes, 22 de diciembre de 2006

Mañanitas y Mañaneros



¿Mañanas? me pregunto. Mañanas las de antes. Las mañanas mi de pasado campestre.
Mañanitas de un sol luminoso, de árboles, prados, flores, y un trinar de pájaros.

Pero hoy las cosas son muy distintas. En vez de árbolitos, cemento y hormigón descascarado; en lugar de trinos, cláxones y vocinazos asesinos; y tapando el sol, nubes negras de monóxido. Tales son estas mañanas encorbatadas de la ciudad. Y me ajusto la corbata para no tragar mas de esos gases venenosos.

Estoy pensando en meterme un buen mañanero para olvidar esta triste realidad. Aunque yo funciono mejor por las noches.

Y mientras termina esta sucia mañana limeña, recuerdo unos versos de Augusto Ferrando, extraídos su poemario " Vamonos con Faucett":

Llévame al campo de esta tierra mía
a lavarme las manos con rocío
tan fresco de la mañana,
a bañarme en el río,
a sentarme en su arena
para esperar lento y mudo
la nueva mañana de mañana ....

El Coleccionista de Pelos



Anoche estaba viendo en el dvd ese bodrio llamado "El Coleccionista de Huesos". Pensándolo bien, si yo fuera coleccionista, lo sería de pelos. Sí, de pelos, pues creo que son la parte mas significativa de las personas queridas. Tenemos allí la dignidad de las cabelleras canas, la sensualidad de un negro azabache, la dulzura de los rubios bucles. Amo el pelo y su grasa.

Aunque he notado que últimamente me fijo más en el pelo que antes. Un oscuro mecanismo de censura mental me obliga a dejar de mirarles el trasero a las mujeres, y elevar unos grados la mirada hacia arriba para observarles el pelo. Casi iIgual de sensual y mucho más decente.

Pues como dice el poema de la notable Abencia Meza:

Está de espaldas y esquiva a la gente
Su pelo brilloso se arremolina con el viento
Su pelo de luna a los saltos sobre su espalda
Su pelo de fuego enredado y húmedo
sobre su espalda...