La sentí llegar como un fantasma, sentí el ruido de sus pasos desaparecidos en un tenue crepitar de los tablones, su olor de fruta amarga y sudorosa. Me sabía engañado, burlado otra vez por el recuerdo, pero igual temblaba. Estuve un momento detenido como en un anhelo de silencio. Pero oi su voz y ya era demasiado.
Encontré a tientas el interruptor que disiparía la penumbra, aquella en la que había entrevisto mil veces su cuerpo desnudo y gris. El cuarto se inundó de luz y allí la encontré, de pie y sonriente.
Una de sus manos sostenía una kalashnikov .
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4 comentarios:
- Hola, acabo de bajar la canción de Silvio Rodriguez de internet, la voy a publicar en mi blog, es hermosisima la letra, gracias por el dato. Un abrazo. Ade
- Encontraste a tu fantasma cuando el cuarto se iluminó, te sonrió porque ese fantasma ama la luz. Un abrazo. Ade
sigo esperando a mi fantasma, creo q es invisible....
Un mundo de historias en dos o tres párrafos... ¿Quién podría pedir más?
Yo sí: que la palabra final sea 'kalashnikov'. Eso sí que es una bala al medio de los ojos, al centro de la conciencia.
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