viernes, 22 de diciembre de 2006
Mañanitas y Mañaneros
¿Mañanas? me pregunto. Mañanas las de antes. Las mañanas mi de pasado campestre.
Mañanitas de un sol luminoso, de árboles, prados, flores, y un trinar de pájaros.
Pero hoy las cosas son muy distintas. En vez de árbolitos, cemento y hormigón descascarado; en lugar de trinos, cláxones y vocinazos asesinos; y tapando el sol, nubes negras de monóxido. Tales son estas mañanas encorbatadas de la ciudad. Y me ajusto la corbata para no tragar mas de esos gases venenosos.
Estoy pensando en meterme un buen mañanero para olvidar esta triste realidad. Aunque yo funciono mejor por las noches.
Y mientras termina esta sucia mañana limeña, recuerdo unos versos de Augusto Ferrando, extraídos su poemario " Vamonos con Faucett":
Llévame al campo de esta tierra mía
a lavarme las manos con rocío
tan fresco de la mañana,
a bañarme en el río,
a sentarme en su arena
para esperar lento y mudo
la nueva mañana de mañana ....
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