-Yo llevaba una chaqueta blanca cruzada de lana lisa de Armani, una camisa de seda a rayas de Gianni Versace, pantalones de pinzas de Valentino Couture, y zapatos perforados de Allen–Edmonds...-Ya me lo contaste mil veces...-Ella vestía una blusa de algodón de Dolce & Gabbana, zapatos de ante de Yves Saint Laurent, una falda de cuero de Adrienne Landau, con un cinturón de ante de Jill Stuart, medias de Calvin Klein, unos pendientes de cristal veneciano de Frances Patiky Stein, y sujeta en la mano una rosa...-Basta...-¡Estaba muy hermosa!-Sólo quiero sabe que ocurrió luego, estúpido...-No lo recuerdo.-Cómo puedes haberlo olvidado, so...-Tuvo que ser una noche sublime aquélla...-Oye, eres un anciano embustero. Me das pena.
Su amigo rompió en carcajadas, pero Vicente sabía que era cierto. Era tal vez el único recuerdo que le quedaba de su anterior vida, un recuerdo inmóvil y hecho de etiquetas; el alcohol barato le había disuelto todos los demás, junto con su cerebro. Siguieron caminando por el sucio callejón, explorando las bolsas de basura.
martes, 9 de diciembre de 2008
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1 comentario:
La vida. Como siempre, un placer leerte, saludos.
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