lunes, 2 de marzo de 2009

Suerte

Como este abrazo de párpados
a un sueño alucinado
en la vena tenaz de la memoria
en el despertar de las cortinas
el sol oblicuo en las rendijas
y el viento por debajo de la puerta

Como héroes incomprendidos
de voces proscritas y olvidadas
como viajeros hambrientos
en el silencio de una noche
abriendo líquidos surcos en la hierba

Suerte de mojarnos todavía las caras
con lluvias prohibidas
con sueños arañados a crayones
y ojos de gato en la neblina

Suerte, finalmente
de vencer tantas mentiras
con tan débil fantasía.

1 comentario:

NIL dijo...

Y si no tuviéramos la suerte habría mas ídolos en que postrarse.Me conformo con la poesía,el barro me da urticaria.
Suerte que hay suerte,sino que paisaje limitado el ver de rodillas como se pasa la vida.