martes, 25 de noviembre de 2008

A veces soy

A veces soy el viento que rasga las cumbres
soplando gemidos y cantos entre nubes luminosas
A veces ruedo por pendientes de púrpuras cenizas
devorando piedras como una precipitación de lodo
A veces sólo soy una gota del río que cruza
las alas de un pájaro de sombras
el reloj que rehace y asesina las huellas del día
Y a veces soy el caminante que perdió la senda
y se pierde solitario en el olvido.

viernes, 21 de noviembre de 2008

Wall Street ahora apunta al cielo

Según la publicación Christian Today, asociaciones de ejecutivos cristianos de Wall Street programaron encuentros especiales de oración para la semana y servicios extraordinarios se organizaron en Merrill Lynch, Goldman Sachs, JP Morgan, Citigroup y en otras partes.
Los pastores, además, estarían planeando iniciar oraciones en las veredas justo afuera del edificio de la Bolsa de Nueva York. Mike Faulkner, pastor de New Horizon Church, declaró: "La Iglesia debería estar disponible de todas las formas para la gente de Wall Street que puede que no pensara mucho antes acerca de Dios". El obispo Roderick Cesar, de la iglesia bautista Bethel Gospel Tabernacle, de Nueva York, dijo que la crisis es tan fundamental para nuestro mundo que "la Iglesia tiene que estar preparada para el momento y estar dispuestos a trabajar juntos". Otros destacaban que, "dada la sensación de omnipotenca que siempre han tenido muchos de los operadores de Wall Street, este puede ser el primer traspié serio de sus vidas y, claro, no es algo para lo que estén preparados". Algunos sectores acordaron solicitar al Altísimo que se les sean devueltas muy pronto la prosperidad y riqueza perdidas, para poder continuar con sus labores caritativas hacia los menesterosos del tercer mundo.

(Desde aquí le rogaré al Señor... para que no les devuelva nada).

martes, 18 de noviembre de 2008

La cacosmia

*** A continuación un artículo escrito Por el maestro Marco Aurelio Denegri.

*JULES MICHELET;. Francia; 1798-1874.*
"Perversión del sentido del olfato en cuya virtud resultan agradables los olores repugnantes o fétidos."

En el siglo XVI, en España, era tal el hedor de las calles, por el amontonamiento de basura, que la gente distinguida, la gente de viso y alcurnia iba por ellas oliendo una bota o como se decía antes una borracha de ámbar, esto es, un odre con perfume delicado.

Júzguese si no sería elegante y refinado semejante uso, que el secretario de Felipe II, Antonio Pérez, no supo regalar cosa mejor a quienes le protegieron durante su destierro. En París, durante los siglos XVIII y XIX, el enmierdamiento callejero era impresionante. Hasta tal punto que el doctor Moreau llega a decir que había tanta mierda en el suelo, que éste ya no se veía. (Cf. A. Corbin, El Perfume o el Miasma, 130, n. 13.)

Y según Eberhard Rathgeb, en la capital del Imperio Alemán, en la década de 1870, el enmierdamiento callejero y la consiguiente pestilencia era lo normal.

Lo curioso, en el caso de la España quinientista, es que la hediondez callejera no disgustaba al pueblo, el cual se había acostumbrado tanto a la inmundicia, que protestó vivamente cuando se limpiaron las calles. La razón de ello es una perversión que en jerga médica se conoce con el nombre de cacosmia. Esta voz procede del griego kakós, malo, y osmé, olor. La cacosmia es la perversión del sentido del olfato en cuya virtud resultan agradables los olores repugnantes o fétidos. A un enfermo de cacosmia, a un cacósmico, le parece fragante lo pestilente y bienoliente y hasta delicioso lo excrementicio. Enrique IV de Castilla, monarca del siglo XV, padecía de cacosmia y por eso "amaba la pestilencia", como dice su biógrafo Gregorio Marañón.

Y el gran historiador Jules Michelet se deleitaba con el olor pestífero de las heces fecales. El hombre es el animal que defiende esforzadamente la basura y entre todos los animales que gustan de ella es el campeón, el que la consume y difunde con más ahínco y entusiasmo. Unamuno decía que el hombre es el "animal guardamuertos". Y es cierto. Pero yo agregaría que además es el animal embasurante y basuralizante por excelencia. Es un ser basuralicio. La basura lo atrae irresistiblemente y él se complace en ella con delectación y hasta con frenesí.

Demuéstranlo cumplidamente, no diré ciertos programas de televisión, sino abundantes programas de televisión. La basura es adictiva. Y la basura que produce y esparce diariamente la televisión es peligrosísima, ya que origina una violenta y tenaz adicción.

Los televidentes se acostumbran a la cochinada químicamente pura y a la vulgaridad más atroz. Embarrarse es para ellos una fiesta y enlodarse una diversión y enmierdarse una vocación y un destino. En la página 383 de su libro A Trancas y Barrancas, Alfredo Bryce Echenique manifiesta lo siguiente: "Confusión hay por todas partes y cada día más, y el hombre parece acercarse a la imagen definitiva de un ser profundamente imbécil que mira cada día más horas de telebasura y soporta el idiotizador impacto de la angustiosa publicidad, sin capacidad de respuesta alguna." La teleaudiencia se pervierte con gran rapidez y es víctima fácil de la cacosmia. La cacosmia llegó al Perú hace más de diez años, tal vez quince. Y llegó para quedarse. ¡Maldita sea!


(Sólo añadir que espero no ser devorado por esta modernísima variante de cacosmia que en estos tiempos se contrae como un virus implacable.)

viernes, 14 de noviembre de 2008

5 puntos

"La economía creció 5 puntos en octubre" rezaba el titular de primera plana. Pero Sócrates no tenía tiempo para estadísticas. Retiró el diario del borde de la bolsa putrefacta y escarbó en busca de desechos comestibles, pronto vendrían los zombies.

martes, 11 de noviembre de 2008

Arde



¡Cómo arde esta noche con sus estrellas imsomnes!
Un tenso silencio. Persistentes farolas. Sinuosas sombras que gimen en mi oido

Será tu cuerpo que ha bordado su último recodo
será su brillo hundido en mis dedos
tu pecho sucio de hierba porque no puedes dormir...

¡Noche incesante, noche espiral, noche tsunami,
pasional revólver...!

Cada latido un látigo, cada ola furiosa estallando en mis venas

Será que el animal huye hasta su muerte
será que el amor se descubre en la penumbra
y te besa.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Frases del espejo (y es positiva)

La semilla es pequeña, pero rompe cualquier piedra, cualquier roca y la hace florecer.

José María Arguedas

La luz que nunca se apaga

El inefable Morrisey canta con temple una clásica de su ex banda The Smiths



Morrissey - "There Is A Light That Never Goes Out"

martes, 4 de noviembre de 2008

Quema de libros

...Como las universidades producían más corredores, saltadores, boxeadores, aviadores y nadadores, en vez de profesores, críticos, sabios, y creadores, la palabra «intelectual», claro está, se convirtió en el insulto que merecía ser. Siempre se teme lo desconocido. Sin duda, te acordarás del muchacho de tu clase que era excepcionalmente «inteligente», que recitaba la mayoría de las lecciones y daba las respuestas, en tanto que los demás permanecían como muñecos de barro, y le detestaban. ¿Y no era ese muchacho inteligente al que escogían para pegar y atormentar después de las horas de clase? Desde luego que sí. Hemos de ser todos iguales. No todos nacimos libres e iguales, como dice la Constitución, sino todos hechos iguales. Cada hombre, la imagen de cualquier otro. Entonces todo son felices, porque no pueden establecerse diferencias ni comparaciones desfavorables. ¡Ea! Un libro es un arma cargada en la casa de al lado. Quémalo. Quita el proyectil del arma Domina la mente del hombre. ¿Quién sabe cuál podría ser el objetivo del hombre que leyese mucho? ¿Yo? No los resistiría ni un minuto. Y así, cuando, por último, las casas fueron totalmente inmunizadas contra el fuego, en el mundo entero (la otra noche tenías razón en tus conjeturas) ya no hubo necesidad de bomberos para el antiguo trabajo. Se les dio una nueva misión, como custodios de nuestra tranquilidad de espíritu, de nuestro pequeño, comprensible y justo temor de ser inferiores. Censores oficiales, jueces y ejecutores. Eso eres tú, Montag. Y eso soy yo.
A la gente de color no le gusta "El pequeño Sambo". A quemarlo. La gente blanca se siente incómoda con "La cabaña del tío Tom". A quemarlo. Escribe un libro sobre el tabaco y el cáncer de pulmón ¿Los fabricantes de cigarrillos se lamentan? A quemar el libro. Serenidad, Montag. Líbrate de tus tensiones internas. Mejor aún, lánzalas al incinerador, ¿Los funerales son tristes y paganos? Eliminémoslos también, Cinco minutos después de la muerte de una persona en camino hacia la Gran Chimenea, los incineradores son abastecidos por helicópteros en todo el país. Diez minutos después de la muerte, un hombre es una nube de polvo negro. No sutilicemos con recuerdos acerca de los individuos. Olvidémoslos. Quemémoslo todo, absolutamente todo. El fuego es brillante y limpio.

(Un fragmento de la obra de CF "Fahrenheit 451", donde los bomberos ya no apagan incendios, sino queman libros. La realidad puede ser a veces más aterradora. A muchas personas no les importaría que quemen sus libros, porque o no tienen libros o no les interesa leerlos.)